
Y es ahí, en mis sueños
donde porfín encuentro la más grande contradicción
a mis pensamientos, palabras y acciones...
...lo que en vida fue sombrío,
en mis sueños fue claro, perfume y rocío.
Entonces entiendo que, la sinceridad es el arma más grande en contra de mis afirmaciones.
En estos instantes de post-sopor, aún con la mirada bien aplastada, voluntariamente
-desearía mantenerme bien vivo, avergonzándome y disfrutando mis contradicciones,
saber que cada día soy un tonto, que busca la excusa perfecta para huir.
(Cómo desearía poder aferrarme firmemente a la cintura fragante de mi sopor)
 
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