Ella sacó su boleto, y yo, sin soltar su mano, 
saqué mi tarjeta Bip!. Ella introdujo su boleto, y pasó. 
Su bella sonrisa multicolor me esperaba al otro lado, mientras yo acercaba mi tarjeta. 
La maquinita sonó "¡biiiip!". Un uniformado amarillo me informó que mi tarjeta tenía el chip malo.
Entonces ella se acercó a mí, desde el otro lado de la baranda y yo al ver sus hermosos ojos llorosos, tomé sus mejillas suavemente
y la besé. -Véte, véte!...- le dije - se marchará el metro-. Ella me besó y se alejó, lentamente por las escaleras que daban al tren.
 
1 comentario:
OIGA, DON DANIEL, YO LO SIGO LEYENDO Y RECOMENDANDO ¿ESTARÀ BIEN? BUENO, ESPERO QUE SE ENCUENTRE SÙPER!!!!!!!!!!!
SALUDOS!!
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