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enero 31, 2014

Esta es la verdad de las cosas.

Ilya Kisaradov - "Raison D'etre"
Obvio que la extraño. Extraño sus tonteras, las cosas que me contaba. Cada vez que la veía feliz me daban unas ganas de mirarla por siempre y que me contase lo que había sucedido: se emocionaba y sus ojos brillaban cada vez que me miraba con su sonrisa brillante. Me llenaba ese espacio que hoy cerca de mi estómago siento vacío. Sí, extraño sus besos, sus manos, sus momentos tiernos que me regalaba. Extraño eso, pero lo que más extraño es saber que estaría ahí incondicionalmente. Que se me podía ocurrir una idea y podía ir hacia ella para que me acompañase. Despertar y que me salude con sus ansias de llevarme a quizás dónde... y yo sin saber hacia dónde me llevaría hoy. Extraño su mirada, su compañía, nuestros días de flojera y dejar que la mugre se acumulara en nuestros cuerpos... extraño mucho nuestras conversaciones nocturnas bebiendo el té que me preparaba. Sólo ella podía filosofar de la vida junto a mí de esa manera. Tan sólo ella podía darme ese espacio de... de seguridad. Porque hasta entonces había perdido el temor a entregarle mi vida, mis manías, mis tonteras, mis achaques, mis ataques de risa - sólo con ella podía reír sin miedo a lo que piense de mis dientes chuecos. Había perdido completamente el temor a sentarme a su lado y quedarme en silencio... porque ella ya conocía hasta mis palabras. Sentarme cerca de ella, leer un libro y que ella en silencio respetara mi aventura imaginaria. Buscar cosas extrañas para comer y compartir hasta las ideas. La extraño porque el equilibrio de mi mundo se marchó cuando ella se fue. Extraño su llamada y cómo me pedía que la visitara. También cómo me besaba de sorpresa y me acariciaba sigilosamente. Extraño cómo me abrazaba y no dejaba que me fuera. De estúpido, por no seguir mi corazón sino que obedecer a lo que otros querían ver. Es por no oírme a mi mismo que no logré oírla a ella. Sordo fui y malinterpretó mis pasos e incluso mi voz. Por estúpido, hoy la extraño como mi amor, como mi amiga, mi confidente.... ella, quien abría mi pecho con cautela...ella era mi compañera. Así es. Ella era la mejor compañera.

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