Neo-vampiros

Las criaturas literarias antropomórficas -en su época- inundaron de pánico y terror las culturas más importantes del mundo, hombres-pájaro, hombres-lobo, hombres-bicho, vampiros... Cuentos y relatos transmitidos de manera oral por la muchedumbre popular, para pasar a ser inmortalizados en escritos, poemas y novelas del comúnmente llamado terror gótico, aunque jamás esto se limitó a la cultura Germana y Europea, sino que por todos los continentes de manera paralela y diferente entre sí.

Pero, ¿Por qué chucha toda la oscuridad se va al carajo en el siglo XXI?. Vampiros mamones, vegetarianos y empedernidos que asumen el cliché del vampirismo sufrido y melancólico como su modo de vivir. Colados entre la muchedumbre observando a las personas con una doble intención, pensando en la sangre como un pasatiempo de mierda. Oh, carajo, Oh, Tenoch!, Bienvenidos al mundo de los Neo-vampiros... los niños neo-góticos que se disfrazan de ser misterioso y daaaaaark al peo que detesta el sol hace menos de dos años.
Pero eso ya no es nada, -nada-, comparado con la revolución de la TV chilena al hacerse partícipe de esta moda lucrativa de combinar el romanticismo con el terror, el Conde Trolok aseguró el profundo low perfil de un canal que hace mucho había yo respetado por su postura política durante los tres primeros años de los 70', y más adelante también. Vaya -dije- será sólamente esto como copia barata de la ultra-comercial saga de Twilight. Pero no, no paré de sorprenderme al entender los asquerosos errores históricos en las cuales está situada la historia, tanto la vestimenta como en tradiciones sociales y religiosas, cuyas expresiones en la telenovela se enfocaban más en el siglo XXI que en cualquier otra época que se ambientase más a la victoriana moda de esos tiempos. Pero bueno -agregué- simplemente no veré la televisión durante esos horarios y problema solucionado.

Pero ¿Qué carajos? ¡¿What the hell mierdation with awanchubrekfree?!, era suficiente, hasta que me enteré del proyecto de Canal 13 [Canal chileno de televisión ultra-momio y cristiano]: la historia de un hombre-lobo que, al parecer, le revela a su hijo el secreto de la maldición que corre por su sangre: Que es un HOMBRE-LOBO, chan! osea, no un licántropo, un Hombre-Lobo! término que se añadió paralelamente al otro, por diferencias de la metamorfosis a "lobo" que tienen entre sí, y espero que se hayan dado el tiempo de leer algunas cuantas líneas de los maravillosos libros lobezcos que han tomado años en ser publicados y mantenidos durante la historia de la humanidad - pues los ojos amarillos del hombre-lobo empedernido del comercial dan bastante que desear acerca de las nuevas telenovelas Chilenas. Tenoch!, FSM!, el terror añorado durante gran parte de mi infancia e inicios de la puber han sido comprados por las masas comunicativas más adineradas de la galaxia! Dime qué hacer! Dime cómo rescatar esto!, ¿Será necesario rescatar a otras criaturas de la mano de los adinerados huevones acorbatados con ideas cliché sobre el amor-terror? ¿Será necesario re-escribir las historias de estas criaturas míticas?
Si uniéramos nuestras fuerzas y escribiéramos una biblia del terror gótico, volviendo a lo que siempre fué, de los asesinatos colectivos y sin huella que se daban tanto en las familias adineradas como en el populacho campesino, la sangre escupida en los vidrios, la violencia durante la oscuridad, la sensibilidad de estas criaturas al sol, que en lugar de brillar preciosamente bajo éste, mueran, sufran una combustión mortal que los convierta en cenizas y desaparezcan de la faz terrestre, tal como siempre fué, con el vómito, con las uñas masticadas, con todo aquello que seguramente los Neo-Vampiros y Neo-Licántropos empedernidos de hoy estarían aterrados de oír.
La propuesta del canal facho, "Feroz", es acompañada por una horrible canción del respetado artista Miguel Bosé, que llega como golpe en la guata a todos los amantes del terror bizarro que se perdió con Crepúsculo, Conde Trolok, el helado Nussferatu y el Frambuestein, y, últimamente, con "Feroz", que en realidad espero que sea la última ofenza a los que solíamos ser amantes del terror y el gore literario.