Y cansado de que Knotoxch mintiera con sus utópicas escenas obnuviladas por la memoria, aplasté mi rostro contra las sábanas enredadas. Y volver a sumergirse en el otro mundo anti-terrenal, donde el ser humano hace llamar "sueño" a todo aquello que no sea tangible dentro de la nocturna imaginación, siempre tornaba a ser algo estrepitosamente mudo, un huracán de miedos y paradojas.
Por primera vez me sentí enemigo de Knotoxch. Fué una de las coloridas y confusas ocasiones en que me ví a mi mismo como mi peor enemigo, yo, muerto, él, muerto, los dos, separados... aguanté las ansias de arrimarme a su cuerpo desnudo y me dejé vivir. Conversaban las personas y la paradoja se hacía más grande: ¿Qué hacía allí?, ¿Por qué sucedía así?, ¿Por qué mientes, Knotoxch?...
Tú sabes que me haces reir y haces danzar todas las células de mi cuerpo.
Tú sabes que me haces llorar, a veces, cuando no tengo fuerzas, ni tan siquiera para caer en la rendición.
Tú lo sabes, y puedes hacerlo tan real como obnuvilar mi oscura imaginación por siempre. Tú lo sabes y yo no lo sé aún. Soñar significa algo incómodo, a veces.
 
No hay comentarios.:
Publicar un comentario