Nos volvemos a encontrar, y nuevamente nos despedimos sin siquiera saber si ésta es la última vez del año. Me abrazas hasta el último cabello, sin preguntar, pues me conoces tanto como la vida. Cántame hasta dormir, invierno, te extrañaré como al amor perdido. Susurra tu aliento gélido a mi oído. Y por más que intente abrazarte, sigue tu curso y desplómate en la tierra. Lacrimosamente recorre mis brazos... perdonando mi abrigo - perdonando mi abrigo.
Tal vez seas la última lluvia del año y llegue a extrañar el aroma a tierra húmeda, las nubes oscuras que cobijan mi corazón.
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