Y usted piensa que estoy para su hueveo?
Dígame ahora mismo, ¿Tiene noción del incalculable precio del tiempo?... ¿De que otra manera hay que explicarte mi impaciencia?. Lo que usted necesita es un largo machete a lo largo de su nuca, o quizás un eterno grito en sus oídos, hasta hacerlos estallar, de una vez. No, huevón, no estoy para tu hueveo, mi tiempo definitivamente no será invertido en tener rastros de tu existencia, jamás. Vete, muere, desplómate y aliméntate de tu propia sudorosa sangre.
DESÁNGRATE - DESTRÓZATE,
MI PACIENCIA ES DE ARENA.
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