
Quién mierda eres tú para gritar en mi cabeza, para querer tomar el control tan antidemocráticamente, como una tiranía forzada que desplazó el miedo al odio?
Quién mierda eres tú, monstruo, dime, quién mierda eres tú,
dime tu nombre, voltea tu rostro desde la luz y explícame...
Dime si hoy crees que gobernarás en mí, dímelo, y tal vez por fín pueda reír enserio, por primera vez en este nuevo respirar.
Siete siglos aún es muy poco, amigo, es bastante poco para mí.
El que muere hoy eres tú, bajo una -tal véz- forzada sonrisa,
el que cae hoy eres tú, bajo el poder de esta enrojecida mirada que lleva la vergüenza más allá de mi frente y mi piel. (El motivo por el cual decidí esconder mi rostro volverá a arder en tí, y verás que compartimos el mismo respirar, el silencio y la fatalidad)
Alzo mi oxidada espada, bastardo,
y junto al trino de las aves, y el vuelo de las mariposas inicio la más grande revolución interior, junto a una -tal véz- forzada sonrisa, y bajo un torturador sol rasgando nuestro cuerpo llamaré a la fragancia de los pétalos para destruir tu voz.
Tú y yo, somos el monstruo.
Yo seré el único monstruo.
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