Y lo peor es seguir creyendo en tí, a veces Por que antes de pensar en tí, vivía un poco. La necesidad del hombre por sentir un trozo de esperanza en su cuerpo,
es la necesidad del hombre por inventar un dios para creer en el mañana.
Divina Belleza, ¿Dónde estás?
Sigo sentado, esperando
El caer de las muertas hojas ya no causan en mí esa romántica sensación de saborearte a pesar de que estés, al parecer, tan, tan lejos.
Ay, si supieras mi amor, en cuántos fracazos te he probado
en cuántos momentos de desesperante soledad te he pensado y vuelto a imaginar acercándote a este infierno que nunca he acabado de arrastrar.
Si supieras tú, querida, cuánto te he necesitado...
Cuántas calles vacías y desconocidas he caminado en búsqueda de la paz
esa paz de tu compañía tajantemente eliminada por unos dioses que detestan nuestra unión
Cuántas veces me he detenido bajo la lluvia, esperando tu despistado caminar
para ver si puedo hacerte sonreír.
Muchas tardes he esperado que el anochecer traiga consigo la confirmación de que no pisarás esas calles
la luz de los faroles que jamás vieron tu sombra hoy vuelven a encenderse para no verte caminar, despistadamente, sumida en un pensamiento o canción
Espero, observo disimuladamente.
El cielo está nublado, pronto a estallar en llovizna
mis puños se cierran a aguantar esta soledad
que no he dejado de arrastrar en cada escrito, cada dibujo y garabato opacado por mi silencio...
(Que si te tubiera hoy cerca de mí, no me atrevería a hablar...
Ante tu presencia, no me atrevería a conversar...)
Pero dime, Si algún día tú te has detenido a preguntarte por mí?
¿Te has preguntado por mí? ¿Has pensado en mí? ¿Has ansiado oírme hablar alguna vez?
Si tanto he soñado con dedicarte mis triunfos, y confiarte mis fracazos
(Nadie, absolutamente nadie se ha atrevido a oír... este infierno que tengo dentro)
Si tanto he esperado a dedicarte mis triunfos, y contarte bajo la noche, en un susurro, mis fracazos...
Esta tarde quiero que lo sepas, amor, quiero que lo entiendas
que te reto por huevona, por no aparecer en esta maldita vida y calmar de una vez mis ansias de ser importante para tan sólo una persona, tan solamente para tí, y nadie más
Hoy te reto por no aparecer, por no darme señal alguna de tu aliento y no hacerme querer hallar el amanecer nuevo con un real sentido
Contigo, tantas cosas tendrían su sentido... junto a tí, muchísimas cosas tendrían su sentido, en verdad sabría lo que se siente sonreír dentro de una guerra sin tregua entre mi cordura y locura.
Eres mi lágrima, mi sonrisa perdida, mi reír insaciable... y mucho mas.
Si supieras que te amo a morir,
que daría mi vida entera por ver tu rostro, efímeramente en un par de segundos cerca de mí...
Quiero que lo sepas, amor, que te engañaré, te buscaré en tantas otras personas
que traigan consigo esa alegría que necesito recuperar...
Te lo advierto, mi amada dulce maldita huevona invisible, besaré otros labios, pensando en tí como alguien mucho más presente que próxima... Y luego, si (existes) apareces en mi camino, no me vengas a huevear con qué haya hecho yo, ni a quién haya amado...
Hoy te castigo, por huevona, por tonta, por no haberte dedicado a hacer más fácil esta búsqueda
Mira mija, te consulto, tomo tu corazón dentro de mi locura y ardo dentro de sus ojos...
¿Qué mierda esperas?
¿Me conoces?
¿Cuán lejos estás?
¿Te conozco, estás a mi lado?
¿Estás esperando que yo mejore físicamente?
¿Tanto te importa el físico? ¿Es un amor superficial?
¿Existes, mierda?
Intento gritar, llamarte, pero no tengo idea hacia dónde dirigir mi voz...
los puntos cardinales se hacen una enorme esfera sin núcleo, y comienzo a caer...
¿Por qué te demoras tanto en llegar?
¿Qué estás haciendo, que te impide tener tiempo para buscarme, también?
Tú tienes la culpa - por no haber aparecido delante mío y enamorarte de mí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario