
Vives aún y sonríes y piensas
El próximo tren te llevará lejos, sonreirás al verlo llegar
Asientos cómodos, habitación y ventana individual
música personalizada... tranquilidad.
Ruedas donde los gusanos no subirán - y la cortina podrá ser cerrada cuando
el miedo intente existir al otro lado de la ventana.
Estás en el andén esperando el tren de primera clase
sentad- con tu equipaje, boleto en mano
la gente sigue las indicaciones de los uniformados de los vehículos
saliendo alegres por las puertas ruidosas,
ningún niño llora - damas y caballeros conversan y sonríen al concluir su espera.
Cabello al viento, sujetas tu sombrero al verle llegar
abandonas el banco del andén y dejas cargar tu equipaje
Crees que nadie te observa marchar - no logras ver la oscuridad
Subes el peldaño y te guían a tu habitación, donde vuelves a sentarte
e inclinas tu cabeza hacia la ventana...
Tu reflejo nunca pareció llorar, ni sospechar
que al otro lado de las cosas, alguien no se atrevió a continuar
que al otro lado de las cosas, todo es muy distinto... muy distinto.
(La vida terrenal es una burla muy apartada de lo intangible)
La estación completa se ve interrumpida por la marcha del tren
los boletos ya no serán cortados nunca más, y viajarás
rumbo a todo, la felicidad de conocer la vida muy lejos del dolor
donde todo es más fácil y hermoso.
Un ególatra ser sale de su escondite y con las manos extendidas
despide al tren que huye del andén, ahora vacío de niños, señoras y caballeros
Ahora que las aves han acompañado tu viaje, la tierra prometió proteger tus pasos
La luna cuidará entonces cada nocturno respirar, hasta hallar el pecho perfecto al cual
confiar tus lágrimas.
Las cosas son muy distintas, al otro lado de todo...
Crees que nadie te observó marchar - que las sonrisas son verídicas
que nadie perdió nada - que no conocías a nadie en la estación
que nadie corrió a despedir tu tren... que nadie ocultó su rostro cuando cerraste las cortinas
de tu habitación.
Un insignificante ser ocupó tu banco y esperó
un diminuto ser se encogió sobre tu lugar en el andén y observó
La estación vacía - el perfecto día nublado eternizado aquella tarde
Un silencioso ser se levantó y corrió atrás del tren
aquel extraño ser rogó por convertirse en viento y abandonar su cuerpo
para demostrar que tan sólo siendo viento - sería distinto, y rápido...
Fuera de su cuerpo - fuera de sus manos, la tranquilidad estaba tan cerca...
El tren se perdió en el atardecer
entonces cerraste la cortina y dormiste
Piensas que nadie fué a despedirte - piensas que nadie te vió marchar.
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