Podrías tu enseñarme a vivir
y mostrarme que hay más allá de mis manos
Podrías darme tú todo lo que nunca sentí
y convertirme en una flor.
Si tus dedos me transforman en viento
me cuelo en tus pechos y duermo en tu piel.
Así me convierto en amor
hijo, madre, padre.
Pobre huérfano sin muerte
alimentado con indiferencia.
Podrías tú llevarme lejos de aquí
a donde el despertar del sol, es distinto.
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