Diez y algo de la noche, tengo puras ganas de zamparme una Canada Dry al seco y reírme y llorar solo, copetéandome con bebida gaseosa y masticando maní en mi pieza, oyendo el disco nuevo que conseguí, pensando en que se yo y sintiendo que se yo.
El equipo de música está apagado, y yo aquí en pieza ajena escribiendo esto. No hay nada más denigrante que hacer algo que te incomoda, sobretodo si no sabes por qué no dejas todo lo que estás haciendo/escribiendo de lado y te vas a tu pieza a limpiar y pensar...
He tomado decisiones fatales, he sufrido física y personalmente las consecuencias y he disfrutado la monotonía más bella y aprisionante que me podría ofrecer su libertad. La libertad está en mi pieza, entre esas paredes grises, llenas de posters y flayers, dibujos, escritos y pensamientos varios. En la mecha de las velas apagadas y los inciensos que jamás volví a ocupar. Tengo ganas de zamparme una Canada Dry al seco y picoteando maní salado leyendo un libro. Tengo ganas de pensar que el mañana y el ayer no existen, y que todo ocurre en un espacio de tiempo inexistente en este mundo...
Quisiera masticar el maní sin pensar en el "mañana será tarde si vienes a buscarme", y eliminando por completo de mi mente el "amigos marchados". Tomar enserio el Carpe Diem y hecharle más bebida a mi vaso, pensando en mí y en alguna planta que cuidar, un gato. Hacerme mierda la vejiga bebiendo gaseosa y convirtiendo mi cuerpo en un esclavo del colesterol, por un día...
Pensar en respirar y hacerlo.
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