Recuerdo ese lapso, muy bien... el dormir completamente bajo el poder de la música.
...Y despertar de pronto en medio de la noche, oyendo tu historia, Herminda, con el pecho atravesado por esas relatadas balas rebotando en tu carne.
Cómo me dolieron esas balas, Herminda, cuántas lágrimas perdí aquella noche solitaria en esta misma cama, en la carencia total de aromas...
Hoy no hay nada más que recuerde aquellos minutos de sopor y sequedad en la lengua.
Nada más que este cantar, que se repite, una y otra vez...
...Y despertar de pronto en medio de la noche, oyendo tu historia, Herminda, con el pecho atravesado por esas relatadas balas rebotando en tu carne.
Cómo me dolieron esas balas, Herminda, cuántas lágrimas perdí aquella noche solitaria en esta misma cama, en la carencia total de aromas...
Hoy no hay nada más que recuerde aquellos minutos de sopor y sequedad en la lengua.
Nada más que este cantar, que se repite, una y otra vez...
Derecho se fué a la gloria...
con el pecho atravesado...
Herminda de la Victoria - Vitoco Jara
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